La intervención se enmarca en los dispositivos que la Policía Nacional realiza en la ciudad de Alicante con el fin de controlar las restricciones de aforo, horario y el uso de mascarillas. Los agentes tuvieron conocimiento que en un local podrían estar reuniéndose, de forma clandestina y fuera del horario permitido, un número importante de personas. Según las informaciones en ocasiones más de 30 o 40 personas, superando de esta manera las limitaciones sanitarias impuestas por la Generalitat Valenciana en respuesta a la situación a la pandemia de la Covid-19. Al parecer, las timbas y reuniones que se celebraban en dicha trastienda eran organizadas a través de aplicaciones de mensajería instantánea y utilizando las redes sociales.
Tras analizar esa información, el pasado fin de semana se puso en marcha el correspondiente dispositivo policial especial y, pasadas las doce de la noche, los agentes pudieron observar como varias personas se aproximaban al local y entraban en el mismo, momento en el que fueron interceptados, resultando ser uno de ellos el propietario. Tras examinar de forma exhaustiva el establecimiento, los agentes descubrieron que una de las estanterías de la tienda era en realidad una puerta oculta que daba acceso a una habitación contigua acondicionada como una sala de fiestas, donde según manifestó el dueño del lugar se servía alcohol y se organizaban timbas de póker.
Al parecer, durante el día, la tienda funcionaba normalmente realizando su actividad comercial como un establecimiento de venta de quesos, vino y productos "gourmet" sin Licencia de actividad. Era por la noche cuando, tras pasar por la puerta oculta, los clientes accedían a la trastienda que estaba perfectamente acondicionada y donde, presuntamente, se dispensaban bebidas alcohólicas, se organizaban timbas de póker y se vendía y consumía droga.